sábado, 2 de junio de 2018

SHANGÓ O CHANGÓ



Para los cubanos, santeros, y yorubas, Shangó es: un orisha mayor. Dios del trueno y del rayo, del fuego, de la guerra, de la danza, de toda la música y de la belleza masculina. Abogado de los guerreros y patrón de las tempestades. Es adorado, temido y deseado por todos. Repudia a todo aquel que sea cobarde, pusilánime o invertido. Después de Obatalá, Changó es el orisha más poderoso y más venerado. Sus hijos consagrados tienen que ser varones definidos, clarividentes, adivinos, impulsivos valientes, astutos, e independientes.

Sus atributos divinos son muy parecidos a los de Santa Bárbara, por esto cuando a él se le invoca, simultáneamente se invoca a Santa Bárbara, y viceversa.

El 3 de Diciembre, siendo la víspera, los creyentes esperan con fiestas el día de Shangó (es el 4). En Cuba Shangó es una de las 5 deidades mas veneradas del panteón Yoruba. Obatalá, Shangó, Yemayá, Ochún y Babalú Ayé son esas deidades.

Shangó o Changó se identifica con el color rojo, y el rojo con blanco. Sus números son el 4, el 6 y el 12 (su fiesta se celebra el 4 de diciembre, que es el mismo día de Sta. Bárbara). Sus días son el viernes y todos los 4. Su vela, roja o roja con blanco.

Cuando vemos a Chango en la Naturaleza vemos la luz del rayo atravesando el cielo y oímos el trueno arrollador. En medio de su poder y energía destructiva él aniquila todo lo negativo. De este modo hace las cosas fértiles y puras.


Es trabajador, valiente, buen amigo y curandero, pero también es mentiroso, mujeriego, pendenciero, jactancioso y jugador. Es buen padre mientras el hijo obedece, pero no lo admite cobarde, ni invertido.

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